Siempre nos quedará París
Sin discusión, uno de mis temas favoritos y digno de meter en la famosa maleta que me llevaría a una isla desierta, a pesar de ser su autor totalmente ajeno al mundo de las bandas sonoras.
Una de las claves del éxito de la película cabe atribuirlo, sin duda, a su sensual y melancólica música, que contribuyó a crear un escenario irrepetible, por más que hoy en día la historia y sus personajes nos parezcan trasnochados y los contemplemos más como un producto de la época.
Título: «El último tango en París« (Bernardo Bertolucci, 1972)
Música: Gato Barbieri
– Grammys: 1 nominación (m. álbum de bso)
La música de las sábanas blancas 
Puta infommática y puto intenné. Después de escribir un largo comentario, hale, a tomalpolculo. Ahora seré más breve.
Menos mal que ha puesto la mejor versión de este tema, porque hay otra del Barbieri dando gritos desmedidos al inicio de la canción que dan ganas de darle dos hostias por tomásela como si estuviera en una bacanal.
El Barbieri no es uno de mis jazzmen favoritos ni de lejos. Ojo, ese término lo usan algunos para describir a lo amantes de ese género musical y lo lícito es asignarlo a los ejecutores de su música. Yo soy un apasionado del jazz, pero no soy un jazzman, desgraciadamente.
Sin dudarlo, cinco estrellas de cinco puntas, camarero, y dos huevos duros y una tarrina de mantequilla.
Y, para fastidiar un poco…
Y para fastidiar un mucho…(observe la gracia, el salero y la perfección del castellano)
Lo suyo no sé si es obsesión enfermiza, vocación bloguera o boicot en toda regla.
Pase que me meta a Kubrick a la primera de cambio, pase que me ponga versiones exóticas de algún tema de cine, pero esto ya clama al cielooooo…
La próxima suya: un tema de cante jondo o la ganadora del festival de Benidorm de 1974.
La musica no está mal, pero la pelo se ha quedado tan rematadamente antigua, que me condiciona el voto final, lo unico que me gusta de la pelo es cuano el esta a punto de palmarla en una terraza/balcón (creo recordar) y antes de caer fulminado tiene el detalle de quitarse el chicle y pegarlo en el alfeizar de ese balcón. Tambien recuerdo el pelambroso felpudo de ella ¿Scheneider, se llamaba? que recientemente la ha dañado
Oiga, ¿está ud. bebido? Porque ha puesto «pelo» dos veces en lugar de «peli» (¿traición de su subconsciente pensando en el pubis de la Schneider?), y «dañada» sí que está un poco sí, una vez que la palmó…
¿O es que escribe a trompicones desde un «dispositivo móvil» mientras friega los platos…?